LA VITAMINA D Y EL SISTEMA INMUNOLÓGICO

“Existe una relación indiscutible entre la vitamina D y el sistema inmunológico”. Así de tajante se ha mostrado el equipo responsable de una nueva revisión científica. Concretamente, el estudio ha mostrado que evitar la deficiencia de vitamina D tiene claros beneficios para la salud inmunológica.

 

El interés en los posibles beneficios para la salud inmunológica de la vitamina del sol ha ido en aumento los últimos meses. De hecho, la vitamina D fue uno de los nutrientes señalados en una revisión reciente para un sistema inmunológico que funcione bien, podríamos estar frente a un factor importante para protegernos contra las infecciones virales.

 

El artículo ha sido dirigido por el profesor Philip Calder de la Universidad de Southampton en Inglaterra. En él también se han citado otros nutrientes valiosos como la vitamina C, zinc y DHA omega-3.

 

La vitamina del sol

La vitamina D se refiere a dos precursores biológicamente inactivos: D3, también conocido como colecalciferol, y D2 (ergocalciferol). Tanto los precursores D3 como D2 se transforman en el hígado y los riñones en 25-hidroxivitamina D (25 (OH) D), la forma de ‘almacenamiento’ no activa y la forma activa 1,25-dihidroxivitamina D (1,25 (OH) 2D).

 

Nuestros cuerpos producen vitamina D al exponerse al sol, pero los niveles en algunos países del norte son tan débiles durante los meses de invierno que el cuerpo es incapaz de producir esta vitamina. Por lo tanto, muchos consideran que los suplementos dietéticos y los alimentos fortificados son la mejor manera de aumentar la ingesta de vitamina D.

 

 

Contra el Covid-19

Por otra parte, investigadores del Trinity College en Dublín, Irlanda, han declarado que la deficiencia de vitamina D podría jugar un papel importante en la gravedad de las infecciones por COVID-19.

Los científicos del Trinity College han apuntado lo siguiente en la publicación Alimentary Pharmacology and Therapeutics: “la evidencia que respalda un efecto protector de la vitamina D contra la enfermedad grave COVID-19 es muy sugerente, una proporción sustancial de la población en el hemisferio norte sufrirá deficiencia de vitamina D”.

 

 En este sentido, los expertos irlandeses creen que la suplementación puede ser clave, “1000 unidades internacionales (25 microgramos) de vitamina D3 por día son muy seguros”, concreta el grupo de científicos. Además, han subrayado el papel de los gobiernos, que según ellos deberían “fortalecer las recomendaciones para la ingesta y la suplementación de vitamina D, especialmente cuando están bloqueadas”.

 

 

De la evidencia in vitro a la nutrición humana

En otro orden de cosas, existe una nueva revisión escrita por científicos de la Katholieke Universiteit Leuven en Bélgica, publicada en Nutrients. Esta vez se han analizado los datos de estudios in vitro y en humanos, encontrando que muchos estudios in vitro utilizaron concentraciones suprafisiológicas de 1,25- (OH) D2D3 (1,25-dihidroxivitamina D – la forma ‘activa’ de la vitamina en el cuerpo).

 

Sin embargo, las dosis señaladas “probablemente no se puedan lograr con los suplementos regulares de vitamina D en humanos”, han matizado los autores. Esto se debe a que “estas concentraciones pueden provocar hipercalcemia y calcificaciones de tejidos blandos”.

Los beneficios observados en los estudios in vitro no se han traducido bien en los estudios de intervención en humanos. Los revisores dijeron que esto podría deberse a las dosis utilizadas, el momento de administración de los suplementos y la duración de las intervenciones.

 

 

Declaraciones destacadas

En este sentido, los autores confirmaron que “el momento de la intervención con vitamina D será crucial, por ejemplo, en modelos animales”. En estos casos, los metabolitos de la vitamina D funcionan mejor en un entorno preventivo, una ventana de tiempo que a menudo se pasa por alto en los ensayos en.

 

Por lo tanto, han destacado que se necesitan ensayos aleatorizados y controlados futuros para investigar si la suplementación con vitamina D regular puede prevenir o modificar el curso de enfermedades inflamatorias o autoinmunes en sujetos de riesgo.

 

Por ahora, la conclusión que más peso tiene tras la revisión, según los autores, es la del efecto positivo de la vitamina D en el sistema inmunológico. “Evitar la deficiencia grave de vitamina D puede mejorar la salud inmunológica, disminuyendo la susceptibilidad a las enfermedades autoinmunes”.

 

 

Objetivos genéticos

Nutrients ha publicado una serie de artículos centrados en la vitamina D en las últimas semanas, incluido un artículo de científicos de la Universidad de Finlandia Oriental. En este se analizó qué genes relacionados con la salud inmunológica están regulados por la 1,25 (OH) 2D3.

 

Según las pruebas in vitro, la vitamina D se dirige a genes con diferentes efectos de apoyo inmunológico: respuesta aguda a la infección, infección en general y autoinmunidad. El equipo especialista sugiere que “los 15 genes resaltados son los objetivos más relevantes de la vitamina D en el contexto de la inmunidad y pueden seleccionarse como biomarcadores en la práctica clínica para el diagnóstico personalizado de la conexión entre la deficiencia de vitamina D y las enfermedades inmunológicas”.

Referencias

Prietl B, Treiber G, Pieber TR, Amrein K. Vitamin D and immune function. Nutrients. 2013;5(7):2502-2521.

  1. Koivisto O, Hanel A, Carlberg C. Key Vitamin D Target Genes with Functions in the Immune System. Nutrients. 202

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